Cuando un ser humano “despierta”, y eleva su nivel de conciencia comienza a vibrar alto y a irradiar luz. Y ya está haciendo servicio por el sólo hecho de existir y de vibrar en ese estado elevado mientras camina por la calle.
Por ello no es tan importante cuántas técnicas, meditaciones, ni talleres o retiros espirituales hagamos, sino cuánto tiempo de todo eso nos lleva a Despertar.

Cuando te reconozcas plenamente como un ser de luz que vibra con buena energía, en amor y conciencia de unidad, vas a estar cumpliendo tu misión en esta vida y haciendo servicio por el sólo hecho de respirar y de caminar sobre el planeta. Incluso, independientemente de tu estado de ánimo del día (puedes estar teniendo un mal día a nivel emocional y aún así tu nivel de conciencia no dejaría de irradiar luz).

Debo reconocer que me costó bastante entender este concepto ya que me parecía un poco loco el hecho de no tener que hacer nada para ejercer mi misión en esta vida y hacer servicio a la humanidad, sino solo «existir».
Pero ahora lo voy comprendiendo …. cuando despertamos a ese estado de conciencia estamos anclando aquí en la tierra esa energía de amor y unidad por el sólo hecho de caminar por este planeta, aunque estemos en el supermercado o meditando en un templo, todo el tiempo estamos anclando amor y unidad aquí y ahora, que es lo que más se necesita ahora.
Y ante todo lo que está sucediendo con las guerras en el planeta, propongo sostener la “vibración de paz” en tu corazón, para anclarla e irradiarla.

Como dice Alberto Villoldo en el Noveno Rito de Munay Ki : “Después de recibir esta última iniciación adquieres la capacidad de soñar y manifestar la realidad. A nosotros nos toca completar la Creación, que no está fija ni terminada. Debemos colaborar creando belleza. Debemos aceptar nuestra Divinidad y crear, soñar e imaginar el mundo lleno de amor, con países en paz y gratitud hacia la Madre Tierra, etc. Si todos soñáramos lo mismo lo crearíamos.”

Bendiciones,
María Laura