Si permitieses que la energía que ocupas sosteniendo el dolor del pasado vuelva al presente, a tu espacio sagrado de co-creación, podrás salir de la frecuencia de tristeza y manifestar el anhelo puro de tu alma a partir del amor y de la alegría de crear.
¿Cómo se hace? Con la herramienta más sencilla y poderosa: practicar la “respiración consciente”. Siéntate a respirar, a observar cómo el aire entra y sale. Permanece unos minutos llevando la atención al cuerpo y a la respiración. Estarás en estado de Presencia.
No gastes más energía en pensar cómo resolver tu vida. Si pones mucha racionalidad en ello te vas a terminar enrollando en un bucle mental de ansiedad y más confusión. Hoy sólo intencioná estar en paz en este Presente. Mantenete en el Aquí y Ahora confiando.
No es tan fácil porque la mente algo va a querer hacer, planear, controlar.
Te propongo que intentes algo nuevo, por unos días nomás: no intentes arreglar o cambiar tu vida, disciplinate en mantener elevada tu vibración practicando estar en el presente, utilizando la respiración consciente y agradeciendo todo lo que eres (porque todo lo que hay en vos y en tu mundo es Sagrado)… y dejá que la Vida haga el resto.
Bendiciones,
María Laura..