respiración consciente

Si permitieses que la energía que ocupas sosteniendo el dolor del pasado vuelva al presente, a tu espacio sagrado de co-creación, podrás manifestar el anhelo puro de tu alma a partir del amor y de la alegría de crear.

¿Cómo se hace? Con la herramienta más sencilla y poderosa: practicar la “respiración consciente”. Siéntate a respirar, a observar cómo el aire entra y sale. Permanece unos minutos llevando la atención al cuerpo y a la respiración. Estarás en estado de Presencia.

Te propongo que por 11 días seguidos te tomes 11 minutos para practicar la respiración consciente. (El 11 es un número maestro).
Lo vamos a hacer específicamente para que toda energía que estuvieses ocupando en sostener algún dolor del pasado o viejos asuntos vuelva al “Presente” para ser reutilizada para la creación de algo nuevo y mejor para vos. Esto sana, desbloquea y abre oportunidades.

En este caso no hay que imaginar nada ni vamos a llamar a ningún arcángel, sino simplemente vamos a respirar con conciencia por once minutos: (si lo quieres puedes encender una velita)
Cierra los ojos e inhala profunda y suavemente sintiendo el aire que ingresa, lo retienes un segundo y luego exhalas por nariz suavemente todo el aire, y así continuas por once minutos. Si aparece algún pensamiento lo dejas pasar y vuelves a llevar la atención a la respiración y a tu cuerpo.

Cualquier día se puede comenzar esta práctica de 11 días, pero estaría bueno comenzarla el jueves 6 de abril así el onceavo día cae justo el Domingo Pascua, que es un día muy especial de renacimiento y luz.

Yo lo voy a estar haciendo, si querés lo hacemos junt@s y luego -el que quiera- compartimos por whatsapp o messenger cómo fue la experiencia. Cada uno lo va a hacer desde su casa, a la hora que prefieras, pero sabiendo que hay más personas en la misma frecuencia haciéndolo contigo 🙂

Avisame si te sumás a la propuesta!
Bendiciones,
María Laura.
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Hoy es el último día de la práctica. No fue tan sencillo, no? Este tipo de meditación es una de las más difíciles porque, a menos que seas un monje zen, es de esperar que ni bien cierres tus ojos la mente se dispare para el futuro o para el pasado, haciendo lo posible para distraerte del presente.
El éxito de esta práctica también está en poder observar esa dinámica de la mente sin juzgarla y traerte una y otra vez a la respiración, a tu cuerpo, al aquí y ahora.
Son mucho más fáciles las meditaciones guiadas en donde tenemos que ir imaginado tal o cual cosa, o una luz, ángel, etc., porque la mente tiene una directiva que seguir. Pero la meditación de permanecer en el presente la mente no la sabe hacer, no la entiende, porque ella no existe en el eterno presente, así que es esperable que luche para sacarte de allí.
Lo que sí existe en el presente es tu corazón, es el anhelo puro de tu alma y la conexión con tu Ser Real, con tu Divina Presencia Crística. Toda la sanación y las respuestas que buscas están allí.
Que hayas puesto tu mejor intención sirve y mucho! Has traído una gran cantidad de energía al presente y ahora puedes utilizarla para crear nuevos caminos y oportunidades en alineación al propósito de tu Corazón.
Bendiciones, 

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